martes, 14 de noviembre de 2017

Entre dos aguas

...     Yo soy el río que viaja en las riberas,
árbol o piedra seca
Yo soy el río que viaja en las orillas,
puerta o corazón abierto
Yo soy el río que viaja por los pastos,
flor o rosa cortada
Yo soy el río que viaja por las calles,
tierra o cielo mojado
Yo soy el río que viaja por los montes,
roca o sal quemada
Yo soy el río que viaja por las casas,
mesa o silla colgada
Yo soy el río que viaja dentro de los hombres,
árbol fruta rosa piedra mesa
corazón  y puerta retornados,
Yo soy el río que canta al mediodía
y a los hombres, que canta ante sus tumbas,
el que vuelve su rostro
ante los cauces sagrados....

   Fragmento de "El río" . Javier Heraud



"Río Guadalquivir" óleo Nieves Macías




sábado, 11 de noviembre de 2017

En la exposición "Países del mundo por la paz"

 

                10 de noviembre: Acabo de llegar a la sala de exposición. Son las 10.00 de la mañana y en el patio de banderas todo apunta a un día espléndido aunque frío.


Hoy me toca vigilar la sala durante la mañana. He entrado por la puerta del apeadero y subido con rapidez.
 

      El espacio se abre ante mí vestido de un un blanco e inmenso silencio. Tan sólo un enorme ramo de flores mantiene en la memoria el éxito del vernisage .





Frente a frente, las obras se miran entre sí. Parece como si ya independizadas de los miedos del  autor, proclamaran con contundencia su mensaje...cada una en un lenguaje diferente, desde una búsqueda hiperrealista hasta el ensueño naif.  Desde los años de oficio profesional hasta la espontaneidad del artista amateur.


       Varios visitantes acceden a la sala y comienzan a caminar, erráticos, entre los paneles expositivos. Observan interesados, percibo comentarios en francés, inglés...
Alguien deja su opinión en el libro de visitas y me dice que el recorrido le ha resultado muy interesante. Y que es una lástima que no venga más público a ver esta exposición.



Cuando finalizado mi turno de guardia, me marcho de la sala, pienso en varias cosas. En que sí sería bueno que viniera mucha gente, porque de por sí  el título de la exposición ("Países del mundo por la paz y refugiados") ya lo merece. Pero también pienso que el sólo hecho de haber  realizado una colectiva entre tantos  y tan variados autores es el éxito más importante.


Y también pienso que después de tantos años pintando los bellos jardines de nuestro Alcázar, prodigio de culturas diferentes, es un placer exponer aquí.
Y hablar en esta ocasión de paz, dentro de su recinto.

Mi obra "Melodía para un mundo en paz", en la exposición
  









lunes, 6 de noviembre de 2017

Recordando a... "El Circo del Arte"

 

    En primer lugar, quisiera dedicar esta entrada a Juan Márquez, director de la orquesta del Circo del Arte y a su esposa Ana, que de manera casual me han inspirado a escribir este post. Con todo mi cariño, para vosotros.

Hay una línea en mi curriculum que a veces pasa desapercibida pero que en otras ocasiones da pie a que me pregunten: ¿Tú hiciste una exposición en un circo? ¿Y eso?

Pues ahí va la explicación:

Andaba yo pintando paisaje por el muelle de las Delicias, en Sevilla, con otros compañeros de  taller, cuando el circo del arte instaló allí sus carpas. El río, por esa zona a finales de otoño, refleja una luz preciosa. Las lonas blancas refulgían al sol de la mañana y en  formato pequeño  hice un boceto de todo el conjunto, a óleo. El resultado me gustó mucho. Era una temática tan distinta...

 De las carpas pasé a fijarme en los carromatos. Elegantes,  románticos,como de otra época. ¿Y si pedía permiso para pintarlos por dentro de la valla?  Me acerqué yo sola. El personal del circo  me dejó pasar con toda amabilidad, supongo que hasta divertidos con la idea y quedé en visitarlos mientras estuvieran por Sevilla. .



El circo por la mañana estaba tranquilo. Las carpas cerradas, el personal haciendo sus labores de limpieza, mantenimiento. Supongo que es fácil asociar espectáculo a fiesta y colores , pero cuántas horas de trabajo y de ensayos se veían por allí... 

Yo pintaba. Y la luz seguía resbalando por las lonas inmensas...Un momento realmente hermoso fue cuando un día, enfrascada en un formato grande con las carpas como protagonistas, vi aparecer a varios caballos que iban a entrenar con su domadora. Paseando en círculo, serenos, obedientes... Qué cosa más bella... Reservé su sitio en el lienzo y luego con apoyo de fotos, ya en casa, en el estudio,los incluí...el entrenamiento de los caballos


El personal me trataba con muchísima simpatía. En sus ratos libres salían a dar una vuelta y pasaban por mi lado. Me contaban que la ribera, con su muro a un lado y el río al otro, para mí ideal porque me quitaba el viento, para ellos sin embargo  suponía aislamiento de la ciudad. Y es que estar de gira tanto tiempo, realmente debe ser muy duro.

 En una de esas mañanas se me paró junto al caballete  D. Emilio Aragón, el responsable de todo aquello. Serio pero afable. Me propuso hacer una serie sobre el circo por fuera...y por dentro. Ya no les quedaban muchos días en la ciudad pero seguían la gira y en unos cuantos meses estarían en Cádiz. ¿Qué tal si les visitaba? Me cogía cerca y podía aprovechar las vacaciones, así que me dije ¿por qué no?

Así que a Cádiz  me fui con mi por entonces recién estrenado marido, con un montón de ilusión  y todos los bártulos.  El disfrutaba los primeros días de vacaciones de verano y yo pintaba. De nuevo empecé por el principio: las taquillas.
Y poco a poco entré. Curiosamente de niña nunca había ido a unas función circense, por entonces aún no tenía hijos a los que llevar... en definitiva, todo fue muy novedoso. Abrí bien los ojos y durante esas dos semanas aboceté, pinté del natural, asistí a los ensayos y descubrí todo el arte, profesionalidad  y el sacrificio que hay por detrás de la magia de una función.


La recepción del público... (Estos dos siguientes recuerdo que los pinté directamente con la gente entrando entre las bailarinas y los músicos. Aún me alucina lo osada que fui. Pero curiosamente, nadie se daba cuenta de que yo estaba en un rincón, ahí muy calladita,  con mi caballete. )



Durante las funciones trabajaba con la libreta. Infinidad de apuntes, notas a mano sobre color, movimientos, sensaciones. A veces una frase te ayuda también a recordar cosas que sentiste y que luego quieres reflejar.



El malabarista, los saltimbanquis...




Muchos más de los que ya no guardo foto, porque aún no habían llegado las cámaras digitales....
Y luego, el final de fiesta, con toda la compañia en escena


Después de Cádiz, vino la exposición en la Vaguada, en Madrid, con un círculo de caballetes rodeando el interior de la carpa por donde entraba el público. Ahí ya no pinté. Sólo expuse. Fue toda una experiencia y creo que sin duda el lugar más original donde he colocado mis cuadros.
Tras un par de semanas nos despedimos y nos deseamos la mejor de las suertes.

La vida viene y va. Supongo que después de tantos años los miembros del Circo del Arte habrán seguido caminos muy variados pero quiero creer que les ha ido muy bien porque quien llena  de magia la existencia de los demás siempre acabará recibiendo una gran recompensa.

  
Un abrazo y gracias  por aquellos días,Circo del Arte...