...Así llaman a uno de los jardines de la parte antigua del Alcázar: "el jardín de las flores"
Lleno de naranjos, de macetas, conduce a través de un arco de ladrillo a otro pequeño jardín más umbrío pero igual de intimista. Es maravilloso pintar en cualquiera de sus esquinas.
Y ahora, este cuadro que pinté justo allí, ya enmarcado, ha viajado hasta otro jardín. Mucho más pequeño, pero también lleno de flores.
Y ha ocupado por fin su sitio, trayendo a este rincón, aires de primavera.
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