Se trataba de una exposición colectiva, que llevaría por título "Sevilla universal: desde el descubrimiento hasta nuestros días". Y empecé a hacer apuntes y a dar vueltas a la imaginación. Me venían muchas ideas pero no acababan de ponerse de acuerdo entre ellas.
Emprendí el camino a ciegas. Y entonces ella me ayudó. Porque emergió casi sin pensar en medio del cuadro.
En la mitología grecorromana la Fama se representaba con forma de mujer. Con alas de águila y dos trompetas que proclamaban al viento lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira.
Pero la Fama de Sevilla, la que corona la Real Fábrica de tabacos y que me ha servido de inspiración, sólo tiene una trompeta que apunta al cielo.
Quizá para que pasemos por alto aquello que no nos gusta.
Quizá para fundir lo antiguo con lo nuevo.
Quizá para proclamar al mundo la excelencia de una ciudad de siglos, hermosa, valiente y orgullosa.
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| "Ciudad de gloria" 100x81 mixta /tabla |
